Las lesiones de psoriasis son biológicamente distintas de la clásica piel seca, también conocida como xerosis, y se clasifican como eritro escamosas, lo que significa la participación tanto de los vasos sanguíneos como de las capas cutáneas epidérmicas más profundas.
Existe varios tipos de psoriasis:
- Psoriasis en placas: Es la forma de psoriasis de aparición más frecuente, que representa alrededor del 80% de los casos. Aparecen en forma de lesiones de coloración roja, que se presentan habitualmente elevadas debido a la inflamación.
- Psoriasis guttata: Se caracteriza por lesiones que son pequeñas manchas de color rojo que aparecen en el cuerpo o las extremidades.
- Psoriasis inversa: Se hallan principalmente en los pliegues cutáneos y en zonas delicadas como las axilas y otros pliegues cutáneos, como las ingles o debajo de las mamas o las nalgas. Estas son también las zonas que pueden llegar a irritar a causa de la fricción y/o la sudoración.
- Psoriasis pustulosa: Se observa predominantemente en adultos y se caracteriza por vesículas blancas de pus (que no son infecciosas, dado que se componen de leucocitos). Estas vesículas pueden estar rodeadas por piel enrojecida y pueden ser localizadas o generalizadas.
- Psoriasis eritrodérmica: Es principalmente inflamatoria y, por lo tanto, afecta frecuentemente a la mayor parte de la superficie corporal. El eritema cutáneo extenso lleva a la formación de escamas que se desprenden o a láminas de gran tamaño que dan lugar a dolor y malestar intensos.
La causa de que aparezca esta enfermedad es de manera genética o infecciones, especialmente los estreptococos, son los patógenos más implicados y se vincula a la psoriasis guttata.
El estrés y algunos medicamentos como el litio, betabloqueantes y antipalúdicos, producen un efecto negativo en esta enfermedad, es probable que la suspensión brusca de tratamientos con potentes corticoides por vía tópica y oral cause síntomas “de rebote”, que pueden ser graves y dar lugar incluso a eritrodermia o psoriasis pustulosa generalizada.
El tratamiento se indica luego de una evaluación dermatológica especializada.